lunes, 30 de agosto de 2010

Operación Retorno

     El mes de agosto llega a su fin y, como cada año, los cientos de miles de personas que regresan de sus vacaciones estivales atascan las entradas a la capital de España, esa ciudad que es un colapso permanente. A partir de esta semana volverá la depresión postvacacional y los que tengan la fortuna de tener un empleo, milagro en estos tiempos que corren, volverán a sufrir los infumables atascos cada mañana. Pues eso es lo que le viene pasando a este gris Real Madrid desde hace demasiado tiempo. El club ha adquirido ese estilo de juego amontonado y sin fluidez como si quisiera reflejar la idiosincrasia de la ciudad a la que representa. El balón no circula, los jugadores se estorban de igual modo que los coches en la M-30 en hora punta.

     Otro mal necesario en estos atascos son los agentes que dirigen el tráfico que, debido a su frecuente ineptitud, no hacen más que entorpecer más la cosa. Este rol también existe en las funciones del Madrid, es el árbitro. Ayer le tocó a ese hombre a una nariz pegado que se encargaba de parar el juego una y otra vez con faltas inexistentes y no sacando ni una tarjeta por reiteración. Ahí estaba él, por si al Madrid se le ocurría equivocarse y dar más de 2 pases seguidos. Esa fue la tónica del partido. Luego dicen que el Madrid no sabe a lo que juega. Todos sabemos a lo que juega, otra cosa es que jueguen a lo que quieren.  Se atisban los mismos defectos de todos los años. Un buen puñado de buenísimos jugadores que se vienen abajo cuando se creen capaces de hacer todo por su cuenta cuando se enfundan la elástica merengue.

     Si tenemos que salvar algo podemos hablar de la solidez defensiva del equipo, pero tampoco tuvo un rival que lo intentara en ningún momento. Los centrales fueron lo mejor.
Canales, contagiado por su estancia en la sub 19, intentó combinar pero fue un oasis en el desierto que se secó en tres cuartos de hora. El conjunto bermellón no se dejaba y tampoco hacía daño. Los blancos con calma, esta película ya la habían visto. Pero alguien cambió el guión y el final no fue el de siempre. Esta vez la pólvora estaba mojada y los héroes de siempre -Cristiano y el Pipa- no anduvieron finos.
Lo de Benzema ya no sorprende a nadie, lamentable como siempre. Decía el galo que le debe una a Florentino, en el mes de junio podrá decir que le debe dos. Y no creo que el gurú de las finanzas tenga mucha piedad con la gente que le debe algo. Eso si llega a junio porque dudo que Mou soporte mucho tiempo la indolencia y falta de compromiso del francés.

   A este mal crónico de la inoperancia y la poca claridad de ideas hay que unirle otro problema aún mayor. Ese problema es un club en el que no saben lo que es un atasco. Seguro que cuando José Guardiola "Pepe el filósofo" visita la capital de España, su país aunque le pese, circula en el metro de Madrid, ese que dicen que vuela. Si el Madrid sigue a los suyo, los culés también. Da igual quien juegue. Tienen una premisa, salir a morder. En el minuto 3 ya habían dado el primer golpe.
Hubo un detalle en el partido de ayer que me llamó especialmente la atención, la manera en que todos fueron a abrazarse con Valdés cuando paró el penalty. Iban 0-2 y aunque hubiera sido gol, habrían metido otros 3 luego. Pero lo celebraron como si llevaran 2 meses deseando juntarse con los colegas para echar una pachanga. Juegan porque se divierten. Los de Chamartín juegan porque es su trabajo. Son la noche y el día.

    Florentino debe estar pensando qué hacer con un Ferrari de 96 millones de euros si sólo puede ir a 30 km/hora por culpa de los atascos

 Un cordial saludo y si volvéis de vacaciones no paséis por Madrid, hay atasco.

domingo, 29 de agosto de 2010

Don Enrique Ponce..."como decíamos ayer"

     No hay torero más idóneo si queremos parafrasear a Fray Luis de León que Don Enrique Ponce. Cincuenta tardes haciendo el paseíllo en el coso de Vistalegre cumplía ayer el maestro de Chiva y una vez más encandiló a la afición bilbaína, entregada a su torero fetiche. Y es que el idilio entre el torero y esta plaza tiene muchos capítulos, ayer se desgranó uno más. Cuando le vi haciendo el paseíllo con el grana y oro supe que algo se barruntaba. Gran elección.
     En su primer toro poco pudo hacer ante la prenda que le tocó en suerte. Una joya el animalito. Se colaba por ambos pitones y estuvo a punto de encontrarle los muslos, algo que no ha conseguido un toro desde hace muchos años. Es verdad que hay terrenos que nunca pisa, pero su concentración e inteligencia algo tienen que ver. Faena aseada pero sin historia.
     Lo mejor vino en el cuarto de la tarde. "Cara Alegre" se llamaba el ejemplar del Puerto de San Lorenzo. Un buen toro, manejable, noble, pero justito de fuerzas. Vamos...de los que le gustan al maestro. Se encargó de cuidarlo para exprimir la poca fuerza del animal y el animal lo agradeció embistiendo en el último tercio con clase. El valenciano lo probó un poco y comenzó a dar pinceladas por el pitón derecho. Y, a mitad de faena, surgió la magia. La poderosa muleta del valenciano y el astado se fusionaron en uno hasta el final. Cada pase era un cuadro. Y qué decir de los compases finales. Hubo trincherazos estéticamente perfectos, marca de la casa, flexionando la rodilla. Finalizó con las ya tradicionales poncinas, con las que consiguió dos orejas hace dos años. Pero la pila del toro ya se había agotado, ¡lástima!. La estocada fue un poco caída y eso le privó de la puerta grande. Matías, el mejor presidente que ha pisado una plaza de toros, le otorgó sólo un apéndice. Tal vez es lo más justo, pero la quincuagésima tarde de Don Enrique (el torero de Bilbao) en esta plaza,. merecía una salida en hombros.

El resto de la corrida fue durísima. Los del Puerto de San Lorenzo eran guapísimos y bien armados, pero nadie imaginaba que esta ganadería tan noble pudiera tener ejemplares tan violentos. Excepto el 4º, todos fueron auténticos criminales. 

      Diego Urdiales (precioso vestido de rosa y oro) . Entró en sustitución de Perera. Era su oportunidad, por fin le tocaba torear una ganadería de las que gustan a las figuras. Pero no tuvo suerte el de Arnedo. Parece su destino fajarse en la arena cual gladiador romano. Estuvo tan profesional como siempre. Hizo lo que pudo, a punto estuvo de ser cogido en varias ocasiones. Hecho un tío como siempre, poniendo la "pata alante", jugándose la femoral. Notable actuación. Emotivo brindis de Urdiales a Ponce en el segundo de la tarde. Detallazo del riojano.

   Y si duros eran el primero de Ponce y los de Urdiales, igual o peores fueron los que correspondieron a Iván Fandiño (feísimo vestido de fuscia y azabache). El tercero no paró de buscarle pero el diestro se fue de rositas, de milagro. El sexto se tomó la venganza de sus hermanos y llevó a cabo una auténtica sangría. Primer mandó a la enfermería al banderillero y después dio dos cornadas muy feas a Fandiño, que no pudo acabar con la vida del astado salmantino. El torero bilbaíno salió a jugársela en su tierra y fue el toro el que se la jugó a él. Enrique Ponce tuvo que estoquear al del Puerto.

Síntesis: Corrida muy áspera del Puerto de San Lorenzo. Cinco toros que eran leones y un toro con clase, pastueño, que pareció mejor de lo que fue gracias a Don Enrique Ponce... como decíamos ayer

sábado, 28 de agosto de 2010

Petardazo infumable de Zalduendo en Bilbao

      Lo que pasó ayer en Bilbao es algo que no debería repetirse en una plaza tan torista como ésta. Se puede tolerar que el toro dé más o menos juego, que no apriete en el peto, que se raje... pero que Zalduendo lidie en Bilbao está fuera de lugar, hoy en día. No se vio ni una sola embestida en toda la tarde y ver a Morante caminar por la plaza, como si levitara sobre las aguas, con ese precioso vestido de grana y oro, fue de lo poco salvable.
     El primero de la tarde fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un jabonero de Torrealta muy bonito y bien presentado pero con la fuerza justa para pasar el día. La lidia fue imposible pero el de la Puebla nos deleitó con un par de naturales con ese regustito que sólo tienen los elegidos, toreando despacito, con reposo, de uno en uno. Este torero no necesita ligazón para sacarte un "Ooole" de esos que se escapan sin querer, cuando menos te lo esperas. Mató al Torrealta con una estocada muy caída, protestadísima de forma incomprensible después de darle una oreja a "El Juli" la tarde anterior con estocada idéntica.
      El cuarto toro también fue devuelto y de nuevo se las tuvo que ver con un torrealta. Ante la sosería del toro Morante hizo lo que tenía que hacer y abrevió como suele hacer en tantas y tantas tardes.
      Unos ven indolencia en la actitud de Morante, yo he aprendido a verlo como algo inteligente porque a los genios hay que quererlos tal como son. Para aburrirnos con pases irrelevantes mejor coger el camino más corto y esperar a que brote esa inspiración innata, ese embrujo. Otra vez será Morante.

       El Juli (de añil y oro) estuvo en su línea. Un profesional como la copa de un pino. Volvió a demostrar que le puede a todo lo que le pongan delante, sólo necesita un trapo rojo para someter al animal. Su primer toro tenía dos puñales por astas. Lo recibió con unas verónicas templaditas y pareció que podíamos ver algo, pero nada de eso. El toro ya se había rajado antes de comenzar el último tercio. Sacó un par de tandas por el pitón derecho, de perro viejo, de esas que sólo él y un maestro nacido en Chiva saben sacar a estos mansos infumables. Luego acortó distancias, dio algún circular para el pueblo llano y algún adornito de cara a la galería. Mató de un bajonazo tras un pinchazo, algo inusual en este gran matador. Tuvo que descabellar.
El "niño de Leganés" fue punteado en la cara y llevado a la enfermería tras poner un grandísimo par en la misma cara del animal, altísimo de puntas.
       En el quinto, Julián volvió a hacer una faena aseada y profesional a otro ejemplar descastado, soso y sin fuerza. Empujó en el peto pero su juego fue nulo en el último tercio, lo puso todo el torero. También le pudo.

       Ahora vamos con Manzanares (de tabaco y oro), un prodigio cuando torea largo y con empaque pero un auténtico bodrio cuando hace ese toreo pueblerino y fuera de cacho que ha adquirido en los últimos tiempos. Perera y Manzanares deberían revisar sus actuaciones de hace 2 temporadas antes de salir al albero y darse de que ese toreo acortando distancias, repleto de circulares y fuera de cacho, es para toreros menores como Castella. Ellos saben torear y Manzanares ayer no toreó, dio pases. Incluso recibió al toro dando dos largas arrodillado. Torear de rodillas es para los que no saben, y José Mari sabe un rato. Dejó algún detalle lleno de estética en los finales de faena acompañando con el cuerpo. Sorteó el mejor lote pero aún así sus zalduendos también fueron dos rajados desde el minuto uno.
     Me gustaría destacar la calidad de la cuadrilla de Jose Mari, correctos como siempre. Lo mejor de las lidias de Manzanares fue Trujillo, una vez más sublime con los palos y en la lidia. Para mí el subalterno de la temporada, va a más. Curro Javier también estuvo muy bien en banderillas. Barroso y Chocolate no se tuvieron que emplear mucho con la puya.

Resumiendo: me quedo con los dos naturales de Morante y su vestido grana y oro. Juli cumplió, como siempre, a pesar de sus carencias estéticas. Manzanares muy por debajo de sus posibilidades. De los zalduendos y los torrealtas mejor no digo nada.


Eso ha sido todo en mi primera crónica, espero que lo tengáis en cuenta aunque yo creo que ha quedao bastante maja. Os quiero. Viva EspaÑa.
CG13