martes, 14 de diciembre de 2010

Tim Duncan: The Ugly Truth

Hasta finales de los 90 todo equipo grande en la NBA cimentaba su éxito en un base y un pivot de garantías, salvo excepciones como los Bulls de Jordan. De mi infancia destacaron los Lakers de Magic y Kareem Abdul Jabbar, los míticos bad boys  -Detroit Pistons de los 80- de Isiah Thomas y Billy Laimbeer, los Celtics de Larry Bird que contaban con pivots como Bill Walton, Kevin McHale y Robert Parish, los Knicks de John Starks y Pat Ewing, Los Miami Heat de Tim Hardaway y Alonzo Mourning, Orlando Magic con Penny Hardaway y un emergente Shaquille O´Neal, los Houston Rockets de Sam Cassel y Olajuwon... todos ellos y otros equipos que mandaron en décadas anteriores tenían eso, una buena combinación base-pivot. Pero mediados los 90 el rol del "cuatro" adquirió una mayor importancia. No sabemos si por la calidad de los ala-pivots que surgieron o por la carencia de grandes pivots.

Los primeros equipos, que mi memoria alcanza, cuya estrella era un ala-pivot son los Phoenix Suns de Charles Barkley y los Utah Jazz de Stockton y Karl Malone. Ambos equipos realizaron temporadas sensacionales pero nunca ganaron un anillo. La década de los 90 alcanzaba su ecuador y desde entonces la NBA ha sido un criadero de excelentes ala-pivots. A Barkley y Malone les han seguido Shawn Kemp, Chris Webber, Antoine Walker, Kevin Garnett, Pau Gasol, Dirk Nowitzki, Elton Brand, Chris Bosh, Carlos Boozer,... casi todos grandes atletas. Con el siglo XXI cambió la tendencia y la figura del "cuatro" sustituyó al pivot como co-estrella de las franquicias. Ahora los grandes equipos suelen centrar su éxito en un base y un ala-pivot. Con Stockton y Malone había nacido el pick and roll. El siglo XXI estaba llegando. Fueron dos visionarios.

De la lista que anteriormente he citado me he dejado un nombre que es al que quiero rendir tributo. Es Tim "siglo XXI" Duncan, que el pasado domingo cumplió 1000 partidos en la liga y que es, sin duda, el mejor ala-pivot de la historia. Formó con David Robinson las "torres gemelas" de San Antonio.

El equipo texano se alzó con su primer anillo en 1999. Viví aquellas finales con mucha intensidad. Siempre he sido de los Lakers y los Knicks y mis equipos llevaban varios años rozando el ridículo. Ese año los Knicks de "hilo de seda" Houston y "melodía de seducción" Sprewell devolvían al equipo de la gran manzana al lugar que le correspondía, una final de la NBA. Enfrente esperaban los Spurs, entrenados por Gregg Popovich y liderados por las "torres gemelas". La vida es una constante ironía y las twin towers se merendaron a los Knicks con un contundente 4-1. A sus 23 años Tim Duncan dio muestras de lo que iba a ser una más que prolífica carrera.

Duncan ha destacado en muchas facetas. Anota, asiste, rebotea, intimida bajo tableros, un bailarín en la zona, excelente tiro de media distancia, ese tiro a tabla con sabor añejo desde cuatro metros que sólo él hace y que nunca falla,... Físicamente por debajo de sus homólogos. La posición de cuatro ha estado tradicionalmente ligada a excelentes atletas. Duncan no lo ha necesitado. Su condición ha sido buena siempre pero lejos de animales como Kevin Garnet. Tampoco ha sido un tipo muy comercial. Un tipo serio, poco carismático, rara avis en el circo de la NBA. Ajeno a excentricidades. Tampoco lo ha necesitado. Ha hecho de la inteligencia dentro y fuera de la cancha la mejor de sus virtudes, ha leído los partidos como nadie y cuatro anillos, en tres de los cuales ha sido MVP de las finales, le avalan. Siempre correcto, siempre decisivo.

Andrés Montes (q.e.p.d) le apodó Tim "siglo XXI" Duncan. Lo de "siglo XXI" puede que le viniera de su dorsal pero creo que es un jugador como los de antes, nada que ver con las bestias que dominan el baloncesto actual. Yo prefiero llamarle "la cruda realidad". En estos años he admirado a varios equipos de la costa oeste que han maravillado con su baloncesto alegre. Los Sacramento Kings de Rick Adelman, comandados por un Chris Webber espectacular. Qué decir de los Dallas Mavericks de Nash y "Robin Hood" Nowitzki... genuinos. Todos ellos se han encontrado con la cruda realidad. La cruda realidad es Tim Duncan y sus dinásticos San Antonio Spurs. Una sombra demasiado alargada que ha privado de ganar anillos a grandes franquicias y grandes jugadores.

Personalmente, por mi afición a los Lakers, siempre he considerado a los Spurs y a Duncan como los malos de la película. Un equipo tosco, defensivo y antipático. Pura maquinaria alemana, un ejército a las órdenes de Gregg Popovich que, con su disciplina castrense, pasará a la historia como uno de los grandes entrenadores que ha dado este deporte. Es un buen entrenador pero Tim Duncan le ha hecho mucho mejor durante estos 1.000 partidos. Ahora con la serenidad que dan los años y rememorando he de reconocer que los Spurs de Tim Duncan son uno de los mejores equipos que he visto, a la par con los Bulls de Jordan y Pippen y un escalón por debajo de los Lakers de Kobe y Shaq. Sobre Tim Duncan ya está todo dicho, el halcón ya es milenario.

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